Aquí estoy, sentada en este bello lugar. Con un bastón en mi mano, rodeada de un entorno encantador, quizás los moradores de por acá, no valoran o sí, como lo hago yo este maravilloso lugar de la Sierra Norte de Madrid.
Soy sobreviviente de Cancer, cada día de vida para mí. es muy especial. Disfruto desde el aire que respiro, hasta de una hormiga que pasa debajo de mi zapato. Todo es maravilloso y hoy es mi presente, ayer quedó atrás y mañana está por ver.
Comienzo este blog porque deseo enviar mensajes a todas las personas enfermas y sanas. Mi único propósito es poder ayudar. Compartir mis conocimientos, lecturas, vivencias e investigaciones. Soy autodidacta, estudio cada día. Deseo dar lo que tengo dentro de mi , quizas es pequeña mi constribución, pero no quiero se quede en la nada.
Las puertas están abiertas.
Gracias.
MIS POEMAS MÍSTICOS PARA TI
Amado Padre Celestial: quisiera,
en estos versos para ti, expresarte,
la gratitud inmensa de adorarte
por darme luz en hora de quimera,
No hay nada Padre que no te pidiera,
en mis plegarias, o en mis oraciones,
que fueran muestras de demostraciones,
de ese amor a tus hijos infinito
donde la paz inunda lo inaudito,
alejando el temor y las tensiones.
Gracias te doy en medio de emociones,
gracias Señor, por tu amor tan grandioso,
gracias por ser misericordioso,
todo lo que de ti aprendo en lecciones.
Que sería de mí, sin tus acciones ,
sin la certeza de que no estoy sola,
que de tu mano voy sobre la ola
de ese mar que cruzaba enfurecido
sintiendo cada paso protegido
y mi cuerpo rodeado por tu aureola.
II
Amado Creador: Hoy yo te escribo,
porque siento mi vida enaltecida,
a pesar del dolor, agradecida,
de todo cuanto amor de ti recibo.
Amado Padre, yo al temor derribo,
diciéndole que en ti solo confío,
y hago de cada día un desafío
cuando al amanecer de nuevo arribo.
Cada tormenta se vuelve pasajera,
nada me agita sí mi fe certera,
puede esperar tan sólo bendiciones.
A cada sinsabor, le doy sonrisa,
buscando lo mejor en cada brisa,
miro tu rostro en todas mis acciones.
III
Cuando una nube gris de pronto acecha;
amenazando con nublar mi cielo,
yo busco en ti mi Dios, todo el consuelo,
para vencer la impredecible brecha.
Y en la oración redimo satisfecha,,
todo el temor que llega al pensamiento
logro borrar, con el osado intento,
la mínima impresión de una sospecha.
En ti me apoyo , Dios, sólo por eso,
logro arrancar el miedo cuando rezo,
porque sé que respondes mi llamada.
Quien no sepa encontrarte es una pena
por la fe, yo sé que he roto la cadena,
de sentirme a la tierra sujetada.
IV
Alíviame Señor: quita esta pena,
aleja con tu luz todo el dolor,
inúndame del manto de tu amor
para no padecer esta condena.
Alíviame Señor; enhorabuena,
sana mi cuerpo de cualquier dolencia,
llena mi corazón de tu presencia
para sentir el bienestar serena.
Sigue a mi lado no me desampares.
Guía mis pasos nunca te separes,
de mí, ni de los hijos de la tierra.
Acude a los recónditos lugares
llevando alivio a todos los pesares,
y sembrando la paz, donde hoy hay guerra.
V
Perdónalos Señor: pues son tus hijos,
aquellos que jugaron a humillarnos,
somos humanos y al equivocarnos,
ignorantes sentimos regocijo.
Perdónalos Señor, nada nos hiere
y menos de quien venga la saeta.
Soy tu instrumento vestida de poeta
dejo ante tí al, que dañar prefiere.
¿Como pueden sentirse satisfechos
con los hirientes y sentidos hechos
premeditados sin haber razones?
¿Es que yo tengo que llamarle hermanos,
a quienes fingen ser buenos cristianos
buscando destrozar los corazones?
VI
Alegre camino el mío
desde que te conocí,
todo te lo dejo a tí
porque en tí sólo confío.
Eres el agua de un río,
la cascada cristalina,
eres la rauda colina,
que se yergue, en el paisaje,
eres quien me lanza al viaje
por la cuesta que se empina.
Mi sendero se ilumina
cuando de tu mano voy;
el sol alumbra y el hoy
es la luz que se avecina.
Conocerte es la divina
gracia que me ha dado tanto,
pues cerré puertas al llanto
para abrir de par en par
un lustro y bello lugar
para el Espíritu Santo.
Que importa si hoy o mañana,
algo importuna mi vida
nada dejo que me impida,
decirte, !Gracias!, con gana.
Tú eres el verso que emana,
del Universo grandioso,
eres el más poderoso
Creador, y con certeza
amo esa naturaleza
hecha de todo lo hermoso.
Decirte en mi verso quiero
que acepto tu voluntad
y aunque pido sanidad,
tu designio es mi lucero.
Tu bendición solo espero
a cada paso que dé,
pues tú sabes el ¿por qué?
de este paseo a la tierra
la lección que el viaje encierra
nos fortalece en la fe.
OPTIMISMO
Siento un brío, un no sé que,
que me abraza, me rodea,
ni siquiera sé que sea,
alguien que en la vida fue.
Yo lo atribuyo con fe
a un espíritu elevado,
pienso que me ha acompañado
a lo largo de mi vida,
una persona querida
que es muy feliz a mi lado.
Atrás quedó el pesimismo,
la derrota, el desamor,
cerré la puerta al temor,
y me he abierto al optimismo.
También aparté el abismo
que me rodeaba otras veces,
ahora camino con creces
de razones nuevas puras,
por sendas limpias futuras,
que con dones enriqueces.
Quien no crea, que no crea,
pero yo siento en mi pecho,
que algo quedó atrás desecho
aunque busque, y no se vea.
Se rompió la farisea
energía negativa,
me siento contenta, viva,
radiante, sana, segura,
como si ante mi se augura
una nueva expectativa.
Siento un goce sin enfado,
un soñar, una paciencia,
un sentir, de la conciencia,
algo que aún no ha pasado.
Siento que el bien ha llegado
invadiendo mi lugar,
siento que hasta el verbo amar
llega y me toca la puerta,
y siento que no es incierta,
que es la hora de triunfar.
LA MUSA
Hay un verso que me ahoga
que me quema la garganta,
un verso sin voz que canta
si el alma se desahoga.
Este verso sólo aboga
una quietud placentera;
la pluma es mi compañera,
el papel mi amigo franco,
y la inspiración la arranco
del centro de mi alma entera.
La musa jamás espera,
ni se atrasa, ni se apura,
porque la musa perdura
cuando llega duradera.
La pluma corre certera
a lo largo de un papel,
pobre del poeta aquel
que no de paso a su musa
o que la exprese confusa
por los poros de su piel.
ANÚNCIAME
en estos versos para ti, expresarte,
la gratitud inmensa de adorarte
por darme luz en hora de quimera,
No hay nada Padre que no te pidiera,
en mis plegarias, o en mis oraciones,
que fueran muestras de demostraciones,
de ese amor a tus hijos infinito
donde la paz inunda lo inaudito,
alejando el temor y las tensiones.
Gracias te doy en medio de emociones,
gracias Señor, por tu amor tan grandioso,
gracias por ser misericordioso,
todo lo que de ti aprendo en lecciones.
Que sería de mí, sin tus acciones ,
sin la certeza de que no estoy sola,
que de tu mano voy sobre la ola
de ese mar que cruzaba enfurecido
sintiendo cada paso protegido
y mi cuerpo rodeado por tu aureola.
II
Amado Creador: Hoy yo te escribo,
porque siento mi vida enaltecida,
a pesar del dolor, agradecida,
de todo cuanto amor de ti recibo.
Amado Padre, yo al temor derribo,
diciéndole que en ti solo confío,
y hago de cada día un desafío
cuando al amanecer de nuevo arribo.
Cada tormenta se vuelve pasajera,
nada me agita sí mi fe certera,
puede esperar tan sólo bendiciones.
A cada sinsabor, le doy sonrisa,
buscando lo mejor en cada brisa,
miro tu rostro en todas mis acciones.
III
Cuando una nube gris de pronto acecha;
amenazando con nublar mi cielo,
yo busco en ti mi Dios, todo el consuelo,
para vencer la impredecible brecha.
Y en la oración redimo satisfecha,,
todo el temor que llega al pensamiento
logro borrar, con el osado intento,
la mínima impresión de una sospecha.
En ti me apoyo , Dios, sólo por eso,
logro arrancar el miedo cuando rezo,
porque sé que respondes mi llamada.
Quien no sepa encontrarte es una pena
por la fe, yo sé que he roto la cadena,
de sentirme a la tierra sujetada.
IV
Alíviame Señor: quita esta pena,
aleja con tu luz todo el dolor,
inúndame del manto de tu amor
para no padecer esta condena.
Alíviame Señor; enhorabuena,
sana mi cuerpo de cualquier dolencia,
llena mi corazón de tu presencia
para sentir el bienestar serena.
Sigue a mi lado no me desampares.
Guía mis pasos nunca te separes,
de mí, ni de los hijos de la tierra.
Acude a los recónditos lugares
llevando alivio a todos los pesares,
y sembrando la paz, donde hoy hay guerra.
V
Perdónalos Señor: pues son tus hijos,
aquellos que jugaron a humillarnos,
somos humanos y al equivocarnos,
ignorantes sentimos regocijo.
Perdónalos Señor, nada nos hiere
y menos de quien venga la saeta.
Soy tu instrumento vestida de poeta
dejo ante tí al, que dañar prefiere.
¿Como pueden sentirse satisfechos
con los hirientes y sentidos hechos
premeditados sin haber razones?
¿Es que yo tengo que llamarle hermanos,
a quienes fingen ser buenos cristianos
buscando destrozar los corazones?
VI
Alegre camino el mío
desde que te conocí,
todo te lo dejo a tí
porque en tí sólo confío.
Eres el agua de un río,
la cascada cristalina,
eres la rauda colina,
que se yergue, en el paisaje,
eres quien me lanza al viaje
por la cuesta que se empina.
Mi sendero se ilumina
cuando de tu mano voy;
el sol alumbra y el hoy
es la luz que se avecina.
Conocerte es la divina
gracia que me ha dado tanto,
pues cerré puertas al llanto
para abrir de par en par
un lustro y bello lugar
para el Espíritu Santo.
Que importa si hoy o mañana,
algo importuna mi vida
nada dejo que me impida,
decirte, !Gracias!, con gana.
Tú eres el verso que emana,
del Universo grandioso,
eres el más poderoso
Creador, y con certeza
amo esa naturaleza
hecha de todo lo hermoso.
Decirte en mi verso quiero
que acepto tu voluntad
y aunque pido sanidad,
tu designio es mi lucero.
Tu bendición solo espero
a cada paso que dé,
pues tú sabes el ¿por qué?
de este paseo a la tierra
la lección que el viaje encierra
nos fortalece en la fe.
OPTIMISMO
Siento un brío, un no sé que,
que me abraza, me rodea,
ni siquiera sé que sea,
alguien que en la vida fue.
Yo lo atribuyo con fe
a un espíritu elevado,
pienso que me ha acompañado
a lo largo de mi vida,
una persona querida
que es muy feliz a mi lado.
Atrás quedó el pesimismo,
la derrota, el desamor,
cerré la puerta al temor,
y me he abierto al optimismo.
También aparté el abismo
que me rodeaba otras veces,
ahora camino con creces
de razones nuevas puras,
por sendas limpias futuras,
que con dones enriqueces.
Quien no crea, que no crea,
pero yo siento en mi pecho,
que algo quedó atrás desecho
aunque busque, y no se vea.
Se rompió la farisea
energía negativa,
me siento contenta, viva,
radiante, sana, segura,
como si ante mi se augura
una nueva expectativa.
Siento un goce sin enfado,
un soñar, una paciencia,
un sentir, de la conciencia,
algo que aún no ha pasado.
Siento que el bien ha llegado
invadiendo mi lugar,
siento que hasta el verbo amar
llega y me toca la puerta,
y siento que no es incierta,
que es la hora de triunfar.
LA MUSA
Hay un verso que me ahoga
que me quema la garganta,
un verso sin voz que canta
si el alma se desahoga.
Este verso sólo aboga
una quietud placentera;
la pluma es mi compañera,
el papel mi amigo franco,
y la inspiración la arranco
del centro de mi alma entera.
La musa jamás espera,
ni se atrasa, ni se apura,
porque la musa perdura
cuando llega duradera.
La pluma corre certera
a lo largo de un papel,
pobre del poeta aquel
que no de paso a su musa
o que la exprese confusa
por los poros de su piel.
ANÚNCIAME
Anúnciame al clarín de tu trompeta
soldado del ayer y del mañana,
arrúllame de sol bajo tu diana
sobre adoquines de tu calle inquieta.
Anúnciame al compás de una retreta
la mensurable marcha de tu tropa,
bebe del vino que elevo mi copa
y come de mi pan tú fiel poeta.
Anúnciame esta meta que me trazo,
marchando voy atada de tu lazo
sobre las huellas de fieles soldados.
Anuncia que la pascua se avecina,
enciende tu el farol de cada esquina,
que hay que ponerle fin a los pecados.
PROFECÍA
Hay un misterio que tarda
en llegar a nuestro mundo,
un misterio tan profundo
que el universo resguarda.
Una cortina gallarda
prevalece en la verdad,
hay gestos de humanidad
se desintegra la ira
y esta premoniosa lira
espera la realidad.
La profecía en deidad
discurre de la certeza,
pero tiene la belleza
de alguna divinidad.
Es fuente de claridad,
de luz, de divino encanto,
advierte de un modo tanto,
que cuando llega la bruma
se desliza como espuma
por debajo de su manto.
LA PALABRA
La palabra es la elocuencia
al servicio de la vida
la palabra es percibida
como ley y como ciencia.
Afluye de la conciencia
en dirección a la boca,
la palabra es lo que invoca
nuestra mente en realidad,
la palabra es tu verdad
cuando el silencio la toca.
NO PODEMOS
No podemos hincarnos de rodilla,
no podemos ,¡oh, no! , no , no podemos,
suplicar es ver el alma que perdemos
cuando el honor por causa justa se mancilla.
No podemos, lo sé, guardar rencores,
no podemos, ¡oh, no!, no, no podemos,
ante el rencor el alma envilecemos
y el alma no merece sinsabores.
Por ello no convoco al enemigo,
lo dejo claudicar y así no sigo
el mismo juego que ya conocemos.
Busco en alguna excusa la evasiva,
y dejo sin revancha el alma viva
porque bien sé que no, !que no podemos!.
ABRO MI CORAZÓN
Abro la puerta y espero
que pase la nueva brisa,
en el rostro una sonrisa
debajo de algún sombrero.
Aguardo por lo que quiero
sin ansiedad, ni temor,
yo confío en el Señor,
él es mi amigo seguro
a él le dejo mi futuro
con paciencia y con amor.
Nada puede ser mejor
que su gran sabiduría,
su mano sobre la mía
impregnada de valor.
Ahora respiro el olor
de gardenias y de rosas,
y aquellas pequeñas cosas
que espero llegar a ver
las entrego al gran poder
con sus fuerzas milagrosas.
HOY
Hoy que me irradia la brisa
de este tierno amanecer,
hoy que puedo comprender
el valor de una sonrisa.
Hoy que me muevo de prisa
esquivando los abrojos,
hoy que aparto los antojos
que me inquietan anhelantes,
hoy me miran arrogantes
aquellos curiosos ojos.
Hoy que viajé y me detuve
cerca del mismo infinito,
hoy que silencio aquel grito,
que en la garganta contuve.
Hoy mi lágrima detuve
a tiempo de deslizarse,
hoy que he visto hasta apagarse
mi lamparita de noche,
hoy me sorprendió un reproche
queriendo justificarse.
Hoy que vivo, hoy que no muero,
porque deje de sufrir,
hoy que pretendo vivir,
sin el amor que prefiero.
Hoy que sé, que ya no quiero,
como antes le quería,
hoy que toda idolatría
desterré de mis adentros,
hoy se agitan los encuentros
de mi ingenua fantasía.
MEDITACIÓN
Sopla el viento a mi favor
al menos susurra y sopla,
como el que lanza una copla
sin sentir ningún temor.
Luego me llega el olor
de jazmines , de violetas,
y respiro las inquietas
fragancias primaverales,
entre luces ancestrales
perennemente sujetas.
Canta la naturaleza
y me canta en los odios,
distinguiendo los sonidos
con maestría y realeza.
Casi tengo la certeza
de escuchar su voz de Diosa,
y la dicha prodigiosa
de mecerme al suave arrullo
donde susurra el murmullo
de una luna primorosa.
soldado del ayer y del mañana,
arrúllame de sol bajo tu diana
sobre adoquines de tu calle inquieta.
Anúnciame al compás de una retreta
la mensurable marcha de tu tropa,
bebe del vino que elevo mi copa
y come de mi pan tú fiel poeta.
Anúnciame esta meta que me trazo,
marchando voy atada de tu lazo
sobre las huellas de fieles soldados.
Anuncia que la pascua se avecina,
enciende tu el farol de cada esquina,
que hay que ponerle fin a los pecados.
PROFECÍA
Hay un misterio que tarda
en llegar a nuestro mundo,
un misterio tan profundo
que el universo resguarda.
Una cortina gallarda
prevalece en la verdad,
hay gestos de humanidad
se desintegra la ira
y esta premoniosa lira
espera la realidad.
La profecía en deidad
discurre de la certeza,
pero tiene la belleza
de alguna divinidad.
Es fuente de claridad,
de luz, de divino encanto,
advierte de un modo tanto,
que cuando llega la bruma
se desliza como espuma
por debajo de su manto.
LA PALABRA
La palabra es la elocuencia
al servicio de la vida
la palabra es percibida
como ley y como ciencia.
Afluye de la conciencia
en dirección a la boca,
la palabra es lo que invoca
nuestra mente en realidad,
la palabra es tu verdad
cuando el silencio la toca.
NO PODEMOS
No podemos hincarnos de rodilla,
no podemos ,¡oh, no! , no , no podemos,
suplicar es ver el alma que perdemos
cuando el honor por causa justa se mancilla.
No podemos, lo sé, guardar rencores,
no podemos, ¡oh, no!, no, no podemos,
ante el rencor el alma envilecemos
y el alma no merece sinsabores.
Por ello no convoco al enemigo,
lo dejo claudicar y así no sigo
el mismo juego que ya conocemos.
Busco en alguna excusa la evasiva,
y dejo sin revancha el alma viva
porque bien sé que no, !que no podemos!.
ABRO MI CORAZÓN
Abro la puerta y espero
que pase la nueva brisa,
en el rostro una sonrisa
debajo de algún sombrero.
Aguardo por lo que quiero
sin ansiedad, ni temor,
yo confío en el Señor,
él es mi amigo seguro
a él le dejo mi futuro
con paciencia y con amor.
Nada puede ser mejor
que su gran sabiduría,
su mano sobre la mía
impregnada de valor.
Ahora respiro el olor
de gardenias y de rosas,
y aquellas pequeñas cosas
que espero llegar a ver
las entrego al gran poder
con sus fuerzas milagrosas.
HOY
Hoy que me irradia la brisa
de este tierno amanecer,
hoy que puedo comprender
el valor de una sonrisa.
Hoy que me muevo de prisa
esquivando los abrojos,
hoy que aparto los antojos
que me inquietan anhelantes,
hoy me miran arrogantes
aquellos curiosos ojos.
Hoy que viajé y me detuve
cerca del mismo infinito,
hoy que silencio aquel grito,
que en la garganta contuve.
Hoy mi lágrima detuve
a tiempo de deslizarse,
hoy que he visto hasta apagarse
mi lamparita de noche,
hoy me sorprendió un reproche
queriendo justificarse.
Hoy que vivo, hoy que no muero,
porque deje de sufrir,
hoy que pretendo vivir,
sin el amor que prefiero.
Hoy que sé, que ya no quiero,
como antes le quería,
hoy que toda idolatría
desterré de mis adentros,
hoy se agitan los encuentros
de mi ingenua fantasía.
MEDITACIÓN
Sopla el viento a mi favor
al menos susurra y sopla,
como el que lanza una copla
sin sentir ningún temor.
Luego me llega el olor
de jazmines , de violetas,
y respiro las inquietas
fragancias primaverales,
entre luces ancestrales
perennemente sujetas.
Canta la naturaleza
y me canta en los odios,
distinguiendo los sonidos
con maestría y realeza.
Casi tengo la certeza
de escuchar su voz de Diosa,
y la dicha prodigiosa
de mecerme al suave arrullo
donde susurra el murmullo
de una luna primorosa.
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